La agencia de calificación Standard & Poor’s (S&P) ha publicado esta noche la calificación de Andorra y la mantiene en A-/A-2, revisando la perspectiva de positiva a estable.
En el informe, la agencia subraya la solidez de los fundamentos económicos del país, donde ha destacado el crecimiento económico del 3,4% del PIB en 2024, unas finanzas públicas sólidas, una posición externa netamente acreedora y un nivel de deuda pública moderado, situado en torno al 30% del PIB. Además, señala que Andorra conserva una posición de activos netos, con unas reservas internacionales reforzadas que actualmente representan el 12% del PIB.
S&P valora positivamente la prudencia de la política fiscal andorrana, señalando el superávit público previsto de casi el 4% del PIB en 2024, así como el compromiso del Govern con una gestión responsable de las finanzas públicas.
La importancia del acuerdo de asociación con la Unión Europea para la agencia se refleja en la revisión de la perspectiva, que pasa de positiva a estable, con el argumento de que la dilatación del proceso retrasa, a corto plazo, la materialización de los beneficios económicos esperados. En este punto, la agencia considera que también influyen el acceso a la liquidez del sistema bancario andorrano, más lento de lo previsto, y la falta de datos segregados sobre la financiación de la deuda externa.
Además de los factores estructurales, S&P también tiene en cuenta los riesgos económicos globales, y destaca las tensiones comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea, que podrían afectar indirectamente a Andorra a través de sus vínculos con España y Francia. Con todo, la agencia indica que estos factores se ven compensados por la solidez de las finanzas públicas y la robusta posición externa de Andorra.