El jefe de la oposición y líder de Concòrdia, Cerni Escalé, ha advertido en declaraciones a este medio que el ritmo actual de crecimiento demográfico en Andorra está afectando la convivencia y la calidad de vida en el país. “El hecho de absorber tanta inmigración en tan poco tiempo hace que la convivencia sea más complicada”, ha asegurado, reclamando una intervención clara por parte del Gobierno para frenar la especulación y controlar el modelo de desarrollo.
Para Escalé, la solución pasa por una regulación más estricta en la construcción, la llegada de inmigrantes y la inversión extranjera. “Necesitamos un ritmo de crecimiento mucho más pausado, y eso solo es posible con la intervención del Gobierno, que es consciente de que está permitiendo especular”, ha denunciado.
Una presión demográfica sin precedentes
El líder de Concòrdia ha destacado que el aumento descontrolado de la población impacta directamente en el mercado de la vivienda, agravando aún más la crisis de alquileres. “Nos alegramos de recibir a personas que eligen vivir entre nosotros, pero debemos crecer poco a poco para garantizar la calidad de vida de todos, también de estas personas”, ha afirmado.
Escalé ha subrayado que la presión migratoria no solo afecta los precios del alquiler, sino que también crea un efecto en cadena sobre las condiciones laborales. “Estas personas, con condiciones precarias, tienen que encontrar otro lugar para vivir. Esto provoca que tengamos más mano de obra con salarios bajos y a costa de un deterioro social”, ha advertido.
Un crecimiento muy superior al de otros países
Sus declaraciones coinciden con los datos expuestos por el Colegio de Arquitectos, que esta semana ha comparecido ante la Comisión de Crecimiento Sostenible del Consejo General. Según las cifras aportadas, la población de Andorra ha crecido un 2% anual durante la última década, una cifra muy superior a la de otros países europeos.
A modo de comparación, en el mismo período, el crecimiento demográfico ha sido del 0,3% en París, del 0,75% en Madrid y del 0,7% en Liechtenstein. Estos datos evidencian, según Escalé, que Andorra está experimentando un crecimiento desproporcionado que pone en riesgo el equilibrio social y económico.