La cuestión relativa a la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en las instituciones europeas ha sido nuevamente incluida en la agenda del Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea, previsto para el próximo 27 de mayo. La petición formal ha sido presentada recientemente por España, con el objetivo de retomar un debate que requiere, para su eventual aprobación, la unanimidad de los veintisiete Estados miembros.
Aunque la inclusión como punto de discusión no implica una votación, la iniciativa supone un paso significativo en la recuperación de un dosier que había quedado aparcado desde su última mención, breve y sin consecuencias prácticas, en marzo de 2024.
Varios Estados miembros han expresado reservas, entre los que destacan Suecia, Finlandia y Lituania. Para superar estos obstáculos, España ha reiterado su compromiso de cubrir los gastos derivados de la oficialidad y ha presentado un memorándum para limitar el impacto de la medida en otros Estados con realidades lingüísticas diversas.
Con el inicio de la presidencia polaca del Consejo de la UE este 2025, se abre un nuevo escenario. Varsovia ha manifestado su disposición a retomar la cuestión si se detecta voluntad política suficiente por parte de los Estados miembros.