Un español venía a hacer turismo a Andorra y, como es consumidor, había decidido llevar cocaína para los días de fiesta. Se la había escondido en los calzoncillos. Entró en el Principado por la frontera con Francia con otros tres jóvenes en un Audi A4. Cuando llegaron a la aduana, la policía andorrana les preguntó si llevaban productos estupefacientes y que les podrían hacer un control. El joven admitió que llevaba cocaína para el consumo propio.
Los agentes, después de la confesión, realizaron un registro del vehículo y de sus ocupantes. Utilizaron a ‘Rumba’, la perra entrenada para detectar estupefacientes. ‘Rumba’ detectó que el joven llevaba la droga en la ropa interior. Se trataba de una bolsita dentro de los calzoncillos con 1,6 gramos de cocaína.
El joven fue condenado a 45 días de arresto domiciliario y 500 euros de multa.